sábado, 31 de diciembre de 2011

Ultimo dia...


Son las dos y pico de la tarde. Sábado. Una tarde gris, fría y lluviosa... Un dia más, un día menos, como se mire. Faltan pocas horas para que termine este año. Para que empieze el que sigue. Sin variaciones, desde que recuerdo... Una gran comilona, una farra épica y descomunal (hoy la llamamos destrucción) y una serie de ritos infantiles y tradiciones arcaicas cerrarán el año que muere lentamente hoy, ahorita mismo, y comenzarán el año que llega -nuevito, inocente y puro- casi al mismo tiempo (nadie en su sano juicio veria la hora en esos momentos). Amanecerá el nuevo calendario y nosotros con él, en un mar de resaca, con la boca amarga y sin ganas de levantarnos de la cama. Y así, sin más, empezará de nuevo la eterna medición gregoriana de cada año.... Y casi sin ver, atravesando el ya sabido túnel de los hechos, los sustos, las tristezas y las alegrías, estaremos en las mismas dentro de 364 días...

Y vuelta a empezar. Eso no tiene arreglo. Fue, es y será siempre así... A menos que se cumplan las predicciones mayas y todo se acabe al año (mas concretamente el 21-12-2012).

Sin embargo, es precisamente en estas horitas de soledad, cada vez que termina un ciclo anual, cuando nos asaltan las mismas preguntas existenciales que lamentablemente nos cuesta responder.

¿Que aprendimos durante el año que se va? ¿Somos mas sabios ahora que hace un año atrás? ¿Mejoramos como personas? ¿Empeoramos?

Un año mas. Un año menos. En fin...

Solo queda seguir viviendo el que viene y esperar lo mejor. 

Leí en alguna parte que nadie puede librarse de si mismo, de sus fallas como persona, ni de la carga genética que le hace ser lo que es. Nadie puede transformarse en otra cosa que no sea uno mismo, a pesar del piercing, del tatoo, de la cirujia plástica o del encierro en solitario dentro de uno mismo... Uno es como es, y no mas. Tampoco menos. 

La única cosa sobre la cual tenemos cierto control es el lugar en el que estamos. Podemos irnos, o podemos quedarnos. Podemos alejarnos o podemos regresar. 

Lo demas -lo que deseamos, lo que obtenemos y lo que dejamos atrás- es simplemente el resultado de lo que hacemos en el transcurso de las horas de cada día. Y básicamente, de eso es de lo que se trata. De llenar espectativas, de satisfacer necesidades y deseos y de vivir experiencias. Somos -todos los seres humanos- como un enorme y complejo conjunto de vasos o vasijas, que estan a veces llenas, otras vacias (las mas de las veces) y casi siempre en un proceso de llenarse o vaciarse. El secreto de vivir una vida plena sin sobresaltos es mantener los vasos ni muy llenos, ni muy vacios... Cuando come un plato de comida, el mismo cuerpo avisa cuando se llegó al límite (casi siempre se traduce en la frase "ya no doy mas"). Ahí es cuando hay que parar la comilona, aunque haya mas comida en el plato... Y así mismo es con todo lo demás. La comida, el trago, la dolce vita, la vie boheme... No estamos aqui para el placer de los hartos, ni para el exceso.


Estamos aqui para dar. Desde una mirada, hasta la vida misma... 
Estamos aqui para experimentar, para conocer, para sentir...
Estamos aqui para aprender, hacer y enseñar...
Estamos aqui para recolectar vivencias, sueños y emociones... Es lo único que nos llevaremos al otro lado.


Y para finalizar, hoy aprendí que el dinero no compra las cosas que realmente necesitamos. Solo compra aquellas que deseamos. Y los deseos, como la metáfora de los vasos, son pasajeros. 

El verdadero uso del dinero debiera ser para ayudar a otros... y para tu propia entretención. Asi de simple.

Ayudar a otros implica a todos los que esten a tu alcance. Familia, amigos, gente que no conoces. No importa las circunstancias. Ayudar es dar.
Y entretenerse...  bueno. Seamos honestos. Los que tienen en mente una farra de fin de año, o una salida al cine, una salida a pasear o leer un libro, estan ejerciendo justamente ese derecho a la auto complacencia. Y no es que sea algo malo. Para nada. 

Es mejor aun cuando se tiene a alguien para compartir esa experiencia, pero somos egoistas por naturaleza, y todos -absolutamente todos- tenemos cosas que disfrutamos mejor estando solos. 

Esa es la función del dinero.

Y bueno. Entiendo que hay gente que piensa lo contrario. El dinero es importante y hay que guardarlo. Hay que planificar los años que vienen. Hay que... (continuará en breve, ya me botan del cybercafé).


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